Halliburton y Calderón se entienden perfectamente; nosotros no entendemos, pero seguimos esperando no sé qué. Por cierto, tenemos un compañero que dice que un señor en un pueblo le dijo que a él no le dieran volantitos, que mejor le dieran un arma y le dijeran a quién matar. Yo ya le dije a este compañero que coincido con ese señor, que aunque sea me dieran un machete. No creo que pudiera matar a nadie, pero qué bien me sentiría con el puto machete en la mano.
Silvia
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